6 de noviembre de 2012

Paz. Hallar el equilibrio donde no lo hay. Cuando una noche tibia es mas que eso y te reencuentras con tus pensamientos. Parece un tiempo paralelo, en el que todo se ve superfluo ante los detalles profundos.

Tomas a bocanadas este momento, para absorber cada parte de él, memorizarlo tal cual trata de hacerlo un fotógrafo al capturar una fotografía, y así luego, al añorar este instante poder revivirlo una y mil veces como la primera vez.

Desearía llevarme esta dimensión a mis ajetreados días, es bueno parar antes de darnos cuenta que la vida va pasando demasiado rápido ante nuestros ojos.

Acá todo transcurre lento, como si cada segundo fuera amo y señor del paso que va dando con una suprema solidaridad para que tú lo saborees y entiendas lo precioso que es vivir el tiempo en toda su plenitud.

Pareciera ser que en las grandes urbes esto es un tabú, y no se debe mencionar que la paz solo llega cuando comienzas a encontrarte contigo mismo.

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