23 de febrero de 2014

Sentimientos

Lo extraño. Irónicamente no sé que es lo que extraño de él. Nunca fue muy efusivo conmigo pero siempre pude ver en sus ojos el cariño que me tenía, ahora ni siquiera tengo la oportunidad de ver sus ojos. Quizás lo que añoro es que siempre estaba ahí para mi, no importaba la hora él estaba ... cada día era sagrado verlo ahí. Nunca pude tomar su mano, es cierto, pero creo que pude ir más allá de una conexión física y eso es lo que me tiene ahora así (extrañandolo). A pesar de todo obstáculo siempre me hizo presente a través de diversos detalles que yo era importante para él. Probablemente ahora es la incertidumbre de saber si aún estoy presente en su vida es lo que me tiene sosteniendo el telefono y aguantando las ganas de escribirle. Sinceramente, debo combatir para no tener noticias suyas. Debo asumir que sus últimas respuestas no abrigan muchas esperanzas para mi y eso me entristece. Soy una idiota al albergar estos sentimientos después de 4 años y luego de todo lo que ha pasado (definitivamente mucha agua bajo el puente) pero lamentablemente no puedo controlar lo que siento (si fuera por mi mente, estaría erradicado hace un par de años atrás). No puedo olvidarlo, es una parte de mi que no se irá por las buenas (cada día se va un poco más pero por las malas). Mi orgullo también quedó muy herido gracias a él, es por eso que no le hablo (y también por miedo al rechazo). Quiero cuidarme y dejar esto pasar pero también aún albergo la esperanza de verlo algún día y eso es lo que me mortifica.

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