19 de octubre de 2016

al fin

Siento que me curé de ti. Al fin dejé de soñarte y dejé de despertar queriendo haberte soñado. Al fin puedo encontrarme con tus fotos, y no sentir impotencia por no tenerte ... porque nunca fuimos, y al fin lo asumí. Al fin puedo escuchar la música que te gustaba y no sentir nada más que eso, la música. Al fin dejé de imaginarte en mis planes, al fin asumí que nunca tuvimos un futuro. Al fin asumí que a penas logramos ser amigos, y digo a penas porque tampoco fuiste un gran amigo. Al fin abrí los ojos, al fin me di cuenta que nunca valiste la pena. Siendo este testamento virtual el fin de ti, al fin dejaré de escribirte.

16 de octubre de 2016

Bonita

Amanecí bonita. Nada que ver con soberbia, vanidad o narcisismo, pues soy todo lo contrario, pero el día de hoy desperté y adentro ya no llovía —pensé que sería un problema porque el cuerpo se acostumbra a los grados bajo cero que deja la soledad, y es que a mí eso de los cambios nunca se me ha dado bien, hasta hoy, que amanecí bonita—. Es esa cosa que sientes cuando la vida respira y decide dejar de ahogarte, y entonces tú le sonríes como si gracias a ello pudieses ahora nadar, que luego de la tormenta vienen un montón de charcos y que en lugar de saltarlos hay que bailar sobre ellos.

— Estefanía Mitre

4 de octubre de 2016

Ansiaba su cariño cuando ya no podía esperar obtenerlo. Quería saber de él cuando ya no había la más mínima oportunidad de tener noticias suyas. Estaba convencida de que habría podido ser feliz con él, cuando era probable que no se volvieran a ver.
Orgullo y Prejuicio