Ir a la fuente, a la esencia de ti. Retroceder un par de pasos y vislumbrar lo que en un momento fue una parte imprescindible tuya ... algo así como una pieza de el rompecabezas que se llama vida.
Las hojas de los árboles parecían más alegres en ese otoño, y la lluvia del invierno solía ser el agua que limpiaba las heridas. Algo aconteció con el canto de las aves que anuncian la llegada de las flores adornando el jardín.
Viajando mes a mes, parece que el camino se hacía cuesta abajo y la única forma de salvar el día de la caída inminente era aprender la mejor forma de aterrizar y así hacerte el menor daño posible.
Quería ser amiga del viento para que me dejara avanzar más rápido a tierra segura. Quería hablarle al Sol para que no me dañara la vista. Todo resultó en un total desastre porque a la naturaleza no se puede manipular y tampoco no podía evitar la tormenta que se avecinaba solo refugiándome en mi hogar. Era algo que debía asumir y enfrentarlo.
Es duro admitir que perderás a alguien que un día compartió tus locuras, compartió tus sueños, planificaron cosas a futuro, que creías que tus hijos conocerían como su tía y querías que sus propios hijos fueran amigos con los tuyos ... que estaría ahí para envejecer , que estaría ahí para siempre.
Es cierto que el camino compartido no fue fácil, siempre hubieron altibajos, siempre hubieron peleas, pero también siempre ganaba el cariño a pesar de las diferencias.
El cielo venía cambiando su color hace tiempo. Las nubes negras ya lo cubrían por completo. El día llegó y la lluvia cubrió todo lo que debía cubrir ... cayeron las terrazas que mantenían la casa a salvo de la inundación.
Todo había cambiado. Sus ojos ya no me miraban de la misma forma y yo no me podía ver reflejada así en ellos. Decisión complicada pero necesaria. A veces es necesario tomar rumbos contrarios para poder seguir avanzando y no quedarse estancado en un lugar que solo trae desventuras. Todo acontece por algo. Quizás cumplimos con la parte de la enseñanza mutua. Los recuerdos quedarán guardado para siempre, sobretodo los buenos.
Aún es difícil verte por la calle y que no reciba un saludo de tu parte. Probablemente ya ni pienses en mi, pero deberías saber que en mi corazón siempre tendrás un lugar y que continuamente estoy preocupada por ti porque sé que vives la vida sin pensar las consecuencias.
Espero haber aportado algo en ti. Estoy segura que habernos alejado fue la mejor resolución que pudimos tomar para así no prolongar el dolor de lo que no se podía evitar y no dañarnos más. Alejarnos mucho antes hubiese sido más sabio pero nos gusta tentar al destino y con Dios no se juega a los dados. Siempre pasa lo que debe pasar. Así será. Así fue. Así lo entiendo ahora.
Aún es difícil verte por la calle y que no reciba un saludo de tu parte. Probablemente ya ni pienses en mi, pero deberías saber que en mi corazón siempre tendrás un lugar y que continuamente estoy preocupada por ti porque sé que vives la vida sin pensar las consecuencias.
Espero haber aportado algo en ti. Estoy segura que habernos alejado fue la mejor resolución que pudimos tomar para así no prolongar el dolor de lo que no se podía evitar y no dañarnos más. Alejarnos mucho antes hubiese sido más sabio pero nos gusta tentar al destino y con Dios no se juega a los dados. Siempre pasa lo que debe pasar. Así será. Así fue. Así lo entiendo ahora.